Publicado en Vanguardia Liberal. De Jazmín Rodríguez

La asesora política María Alejandra Trujillo, que acompañó la campaña del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, desde que quiso ser Ministro de Defensa hasta su reelección como Presidente de la República, participa en el Congreso de Marketing Político que se realiza en Bucaramanga.

Su empresa trabajó además en la campaña presidencial de César Gaviria y del exgobernador de Santander, Horacio Serpa Uribe, en la Constituyente de 1991, y asesora también al partido Conservador.

En las pasadas elecciones al Congreso de la República asesoraron campañas de candidatos de los partidos: Liberal, Cambio Radical, Partido de La U, de este último 52 campañas, mientras que de los demás movimientos 14.

Estos fueron los consejos que esta experta dio a los políticos santandereanos en aras de que formulen campañas efectivas. Trujillo además trabaja con Academia de Profesionalización Política en República Dominicana, donde han asesorado a más de 400 políticos de América Latina.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

¿Qué se debe tener en cuenta para lograr que una campaña sea de bajo presupuesto?

Todas las campañas, para que sean exitosas, deben tener estructura sólida. Deben ser diseñadas, planeadas y ejecutadas como si fuera un reloj, de manera que el engrane que se pueda desarrollar dentro de los equipos minimice los costos de las campañas y generar mejores impactos.

¿Cómo? ¿A través de qué herramientas?

Primero se necesita tener una investigación clara para saber a dónde se va a direccionar, cómo va a ser la construcción de la imagen como candidato y el mensaje, que es lo más importante, para luego sí enfocarse en la comunicación en medios masivos y medios alternativos.

¿En redes sociales, por ejemplo?

Medios masivos como radio televisión y prensa, a los que muchos candidatos no tienen la posibilidad de acceder, a menos de que generen noticias que puedan impactar y que los medios de comunicación las logren cubrir. Pero las redes sociales en este momento son fundamentales si, solo sí, se manejan con estrategias. Si lo manejamos como el amigo que le gusta jugar en el Twitter y Facebook, eso no va a ser impactante, no se va a lograr el objetivo.

¿Existe un rango en el prepuesto de una campaña que pueda considerarse de bajo o alto costo?

Cada campaña cuesta diferente. Se planea, se ejecuta y se direcciona de manera distinta, porque cada candidato es un mundo, cada candidato tiene que tener su mundo marcado, para dónde va, qué quiere hacer, cuál va a ser su proyección política. Nuestra compañía se ha especializado en hacer estructuras de campañas sólidas desde la gerencia, como una empresa política. No es una empresa electoral que se demore tres meses. Cuando se entra al mundo de la política es porque se quiere servir, transformar y hacer cambios significativos para que la gente lo recuerde.

Básicamente lo que buscamos es construir una empresa política de largo plazo. Acompañar a la persona desde su intención de ser concejal, para luego ser alcalde y luego senador de la República.

¿Cómo superar la mala imagen de temas como parapolítica,en los que difícilmente el político logra quitarse la etiqueta?

Es un tema más de estrategia en medios de comunicación, en la que nosotros podamos desligar al candidato del tema controversial y demostrar que tiene las capacidades y características para ser el futuro alcalde, gobernador, concejal o diputado. La parapolítica no solo ha permeado a Santander, sino también a todo el país. En temas como esos lo que se busca es que el candidato pueda demostrar su transparencia con su trabajo.

¿Puede hacer política una persona de estrato bajo?

Claro que sí. Cualquier persona que decida trabajar en un tema como la política que lo que converge es colaborar, construir y transformar, lo puede hacer. Lo importante es que lo haga de manera organizada, lo haga pensando a futuro, qué es lo que quiere hacer, para dónde va. Si no se tiene un norte o meta trazada, difícilmente puede lograrlo.

¿Cuáles son los principales obstáculos?

Los candidatos no están acostumbrados a la nueva manera de hacer política, donde lo importante es generar seguidores, generar empatía y hacer un clic con el electorado y eso reduce muchísimo los costos.

Las personas creen que invertir para investigar y poder construir su campaña es un gasto, cuando en realidad no constituye un gasto. Todos los productos, las empresas, desde las más grandes, hasta las mediana y pequeñas, deben hacer investigación de mercado para saber a dónde se van a direccionar y quién le va a comprar su producto. En la campaña política es lo mismo.

Lo otro es que el candidato quiere hacer todo y eso es imposible. Quiere ser el gerente, el de la logística, el que compra, el que hace todo y ninguna compañía funciona así. Se deben delegar funciones y generar actividades. Lo que debe hacer el candidato es controlar rigurosamente, y de esta manera las empresas crecen muchos más rápido.

¿Asesoran también a políticos de otros países?

Nosotros creamos una Academia de Profesionalización Política con varios consultores políticos de América Latina, en la que buscamos que los concejales, alcaldes y gobernadores se profesionalicen, que tengan una política clara para su posicionamiento, ya que en Colombia no existe una norma más explícita, excepto que quien quiera aspirar debe ser ciudadano colombiano mayor de 18 años, y no deslegitimamos esa parte.

Lo único que sí buscamos es que la persona que se siente a regir durante cuatro años un municipio o un departamento, debe tener muchas más cosas claras en su cabeza, para hacer una gestión más efectiva, para atraer más recursos del Estado, porque éstos se pierden debido a que no se tiene idea cómo aplicar a ellos.

La academia se creó en República Dominicana y lo que se hace es aportar nuestro trabajo para crear cultura de la profesionalización política. Durante el último año hemos capacitado a más de 400 políticos deAmérica Latina.

¿Es importante la formación académica para hacer política?

Definitivamente sí. Se debe crear la cultura de que se capaciten para aspirar a un cargo. No necesariamente debe tener la maestría, el doctorado y el posdoctorado en caso de cargos territoriales, porque muchas veces la experiencia ayuda. Pero el Estado colombiano sí tiene la obligación de exigir para que cuando vayan a obtener sus credenciales, tengan conceptos básicos para hacer control político o regir como alcaldes y gobernadores.

Hay quienes dicen que aveces es importante que la gente no sea tan inteligente, pero si se quiere cambiar la altura también debemos transformar a los políticos para lograr cambios significativos.

Por Asesmap

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