image

 

 

Por Abg. Jorge Quintero Rodríguez

 

 

La revolución avanza y nadie y nada la detiene… es un fragmento de la canción oficialista que escuchamos semana a semana en los acostumbrados enlaces sabatinos que realiza Rafael Correa, Presidente Constitucional del Ecuador, en distintos lugares de la república, para algunos es parte de las herramientas del poder castigador, represivo y descalificador de la majestad presidencial, y para otros, un mecanismo estatal eficaz de difusión y comunicación de políticas públicas y más, con la finalidad de acercar la administración al administrado. Sin embargo, para casi todos, una actividad comunicacional estatal sin precedentes dentro de toda nuestra historia política.

Cuando empezamos a hablar de la gestión presidencial de Rafael Correa Delgado, es indiscutible y natural que nos encontremos con realidades positivas innegables que debemos reconocer – jamás agradecer -, y circunstancias negativas que de igual forma es saludable advertir y denunciar, pero por sobre todo lo manifestado, dentro de los países que han entendido a la comunicación política como una ciencia, está toda una gestión legítima de marketing político que podría obnubilarnos, por lo cual es indispensable dentro de nuestro ejercicio diario como ciudadanos, remover la bruma y no comprar cuentos chinos.

¿Como empezó esta historia? “https://www.youtube.com/watch?v=MQMHpiZJeEo” Este es uno de los primeros spots de campaña, inclusive de los mas difundidos y recordados, publicado previo a la campaña electoral del 2006, tenía como protagonista a un león, a quien se etiquetaba como partidocracia, en evidente alusión al político de oposición de la época, Ing. León Febres Cordero, y dentro del mismo video aparecía un venado siendo perseguido, que representaba al ciudadano común, invitando al elector a una clara y evidente conclusión, terminar con los partidos políticos, antes de que éstos terminen con el pueblo.

Debemos revisar y/o recordar un spot mucho más actual y mejor elaborado visualmente, con mucho más contenido gráfico, sentimental y emocional, “https://www.youtube.com/watch?v=0fZgCG2N5KM”, en donde se muestra al presidente Rafael Correa, durante un recorrido ciclístico y de fondo a varias de la obras emblemáticas de la revolución ciudadana, en donde afirma que él, es decir Correa, sólo está de paso, y que el poder, es realmente de los ciudadanos, un mensaje de profundo contenido emitido con la evidente intención de tocar las fibras mas sensibles de la ciudadanía ecuatoriana.

En la gestión pública, hay muy pocas cosas nuevas bajo el sol que descubrir, previo a identificar aptitudes y deficiencias de la gestión de Rafael Correa, debemos estar más alertas que nunca, por cuanto la apuesta del aparato comunicacional gobiernista es tan agresiva como legítima, la ingente cantidad de recursos humanos y económicos empleados para llevar a cabo la consigna informativa del régimen se constituye en una de sus principales fortalezas, sin embargo la ciudadanía mantiene recurrentes reclamos por los gastos que de esta se generan .

La capacidad histriónica del primer mandatario ecuatoriano, sus facultades persuasivas, su natural liderazgo y sus asesores de imagen y comunicación hicieron que su oferta política del año 2006 haya sido percibida como la que mejor satisfacía las demandas políticas de la sociedad ecuatoriana, y lo hicieron ganar en forma abrumadora las elecciones y el derecho de dirigir el destino de Ecuador, sumado al desgaste temporal e ideológico del mensaje de sus opositores y a los errores de la oposición durante la campaña, que el ego de sus adversarios no les permitía evidenciar.

Todos estos particulares convirtieron a Correa es un producto de marcado éxito nacional y regional, y lo hicieron beneficiario de la elección popular. Luego de esto, la historia continúa, y mientras sigue en marcha el plan de comunicación, se debe gobernar, y ésta es otra ciencia, y obedece a otro tipo análisis, si se quiere mantener el modelo exitoso de comunicación, debemos recordar que no hay forma, sin fondo, esto es, que cada una de las políticas públicas implantadas por el gobierno, debe replicar positivamente en la vida de los electores, no solo en los diarios, redes sociales o en la televisión. Si sucede lo contrario no existe gurú, ni receta que prevenga el desastre final.

Nuestra posición como ciudadanos y electores en este siglo, en donde el acceso a la comunicación es permanente y constante, nos plantea sin lugar a dudas nuevos retos, respecto de los cuales debemos estar alertas, para ayudar desde nuestro rol, a construir una democracia mas incluyente, legítima y saludable, así como medios de comunicación más éticos.

Por Asesmap

Los comentarios están cerrados.