Por: Alex Ponce Aguirre

El día a día se vive hoy conectado al mundo de la información, el hombre ha pasado de ser un receptor a un generador de datos, noticias, y hechos relevantes del resultado de su percepción diaria de los acontecimientos, por lo tanto al ser un colaborador de información lo convierte en parte en un hombre público. Lo que significa que su nombre junto con su apellido podría llegar a ser una “Marca Personal”.

La marca

La marca no es algo que se tenga o que se pueda crear o guardar. La marca es la percepción que se genera en la mente de las personas como resultado de acciones, reacciones y comportamientos. Por lo tanto, pensar que una marca es un logo, un color, o un Fan Page en Facebook es erróneo.

Las grandes marcas comerciales lo son porque durante años, mucha gente ha trabajado de un modo concreto, coherente y consistente, un ejemplo de esto ha quedado registrado en la biografía de Steve Jobs que está pronto a aparecer.

Por lo tanto, la marca es el resultado de una forma de entender un negocio y de un modo de hacer las cosas.

Una marca personal

Con una “marca personal” ocurre exactamente lo mismo. En la historia encontramos muchos hombres que han sobrellevado una marca personal desde: Jesucristo, Alejandro Magno, Nelson Mandela, Gandhi, por nombrar algunos. Pero ninguno de ellos se preocupó por gestionar su Branding Personal.

Si estas personas han dejado huellas imborrables a lo largo de la historia ha sido porque sus objetivos, sus valores, y sus actos eran coherentes. Es cierto que si todos ellos han llegado a tanta gente es porque hubo quienes se encargaron de comunicar y transmitir lo que hicieron. Pero lo que vemos en el evangelio o en las biografía de esas personas es la realidad de las acciones que definieron su “marca personal”.

Blog, foros y redes sociales

En los tiempos modernos en que vivimos, ya no se recorren grandes caminos, para llegar a la plaza central de la ciudad, para expresar nuestra idea y mostrar en parte lapersonalidad, como en los tiempos pasados acariciando dichos lugares para compartir colectivamente nuestros pensamientos y dejarlos plasmados en las personas de alrededor.

Hoy esas plazas y esas caminatas por senderos que se compartían con amigos y conocidos han sido remplazado por: las avenidas, calles, callejuelas y plazas de la web, blog, foros y las redes sociales son los lugares donde se deja la reputación online o la huella digital.

Podemos tomar tres posturas para gestionar nuestra marca personal en la web:

  1. Simplemente, no tener ningún tipo de publicación personal abierta, es decir al buscar su nombre no salga nada.
  2. Tener publicaciones abiertas pero despreocuparnos del contenido.
  3. Controlar nuestra reputación online o marca personal de forma proactiva.

Esta última es la más usada por las personas en la actualidad, dado la importancia en el ámbito laboral la permanencia activa en la web.

Sus ventajas son:

Contar con una red personal de influencia como Facebook, Twitter o Linked In, redes sociales que ofrecen un sin fin de nuevas oportunidades.

Si además se dispone de un blog o comunidad donde se habla sobre temas que interesan, puede convertir a las personas en “expertos” en la materia.

Todo esto se transforma en una gran herramienta de uso permanente para el crecimiento personal y una avenida para compartir material desarrollado con el fin de dar forma a la “marca personal”.

Conclusión

En la actualidad ya no sólo se cuenta con el currículum, sino con el aporte que las personas contribuyen en internet: fotos, vídeos, temas y comentarios forman parte de la “marca personal”, es la marca que siempre formará parte del perfil, no es algo que se pueda crear, sino más bien algo que se descubre y se desarrolla con un trabajo personal concreto, coherente y consistente, con el fin de ser un aporte para los demás para que la línea del tiempo se encargue de dejar las huellas que formaran la imagen de una reputación online exitosa convirtiéndola en una “marca personal”.

Por Asesmap

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