Publicado en Diario de Huila. Por Hugo Fernando Cabrera Ochoa

Como es mi costumbre generalmente al inicio de un escrito, tomo de la sabiduría popular o de grandes pensadores de la actualidad o de la historia alguna frase que tenga gran relación con el tema al que me voy a referir. Continuando con esta línea, deseo dar comienzo a esta columna citando el siguiente proverbio alemán que reza: “¿Qué sentido tiene correr si vamos en la dirección equivocada?”.

Esta expresión recoge gran sabiduría en lo que respecta a la formulación de estrategias y tácticas cuando se pretende alcanzar una meta relacionada con una aspiración política que depende de los resultados de unas contiendas electorales.

Desde hace muchos años, a raíz de las multimillonarias inversiones que se han hecho para lograr conquistar las voluntades de los pueblos en aras de obtener su favor el día electoral, ha surgido la necesidad de orientar adecuadamente los recursos económicos y humanos en procura de lograr el triunfo, de allí que haya manado una especialización en el campo de mercadeo dedicada a buscar las mejores maniobras para conquistar el poder político en pueblos, departamentos y naciones, optimizando al máximo todos los caudales que se van a invertir.

Una definición clara sobre lo que es el marketing político, puede ser la que lo precisa como “el conjunto de técnicas de investigación, planificación, gestión y comunicación que se utilizan en el diseño y ejecución de acciones estratégicas y tácticas a lo largo de una campaña política, sea ésta electoral o de difusión institucional”.

Butler y Collins lo definen como “la disciplina orientada a la creación y desarrollo de conceptos políticos relacionados con unos partidos o candidatos específicos que logren satisfacer tanto a determinados grupos de electores como para que les otorguen su voto”.

De todas maneras trazar una ruta e identificar estrategias buscando el éxito electoral soportados en la asesoría de un experto en marketing político no garantiza necesariamente la victoria, por ello retomo la frase con la cual abro este artículo, pues no siempre quien formula la estrategia le acierta al plan adecuado, debido a que en un enfrentamiento entre dos o más aspirantes que buscan conquistar la gloria, solamente uno logra la meta, puede ser gracias a que fue acertado en el planteamiento de las estrategias o porque los oponentes corrieron en la dirección equivocada.

Sea el más versado o no, un asesor de marketing político es esencial en el desarrollo de toda campaña proselitista, eso disminuye los riesgos de la derrota.

Por Asesmap

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