Imagen: Reuters/EFE Publicado en La Opinión de Murcia El presidente del Gobierno y candidato del PPa la reelección, Mariano Rajoy, llega al ecuador de la campaña electoral liderando las encuestas, pero sin una ventaja clara que le asegure seguir siendo el inquilino de La Moncloa. Ante ese panorama incierto, el PP se ha lanzado a intentar recuperar votantes con anuncios de rebajas fiscales para mayores, jóvenes y autónomos con los que busca un golpe de efecto. Junto a esas promesas electorales, Rajoy fía la remontada en esta recta final al ‘cara a cara’ que mantendrá este lunes con el socialista Pedro Sánchez, una cita que está preparando concienzudamente a sabiendas de que le brinda la oportunidad de poder defender su tesis de que España empieza a “despegar” de nuevo tras una dura crisis e intentar convencer al 41% de personas que, según el CIS, aún no ha decidido a quién va a votar el 20 de diciembre. Aunque el PP está subiendo ligeramente en los sondeos y se ve por encima del 28,6% de los votos que refleja la última encuesta del CIS, en las filas del partido no ocultan su preocupación porque no está claro que puedan llegar al 30%. El principal objetivo de los ‘populares’ es asegurarse suficiente ventaja sobre el segundo para que Ciudadanos no se vea tentado de pactar con los socialistas. El PP quiere garantizarse el voto en las ciudades más pequeñas y menos pobladas (las que reparten menos escaños) y en los pueblos para cortar el paso a Ciudadanos. La dirección nacional del PPdifundió su programa electoral la víspera del arranque oficial de la campaña, pero Rajoy se guardó algunas balas en la recámara -de carácter económico principalmente– para anunciarlas en campaña y marcar la agenda política. PSOE El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, asegura afrontar la última semana de campaña con ánimo y con el convencimiento de que puede ser presidente del Gobierno. Su entorno se niega a admitir otro escenario, aunque los ataques de la primera semana, que le han venido desde todos los flancos, le han llegado a afectar. A siete días de las elecciones, confía en que en la última semana se vea que son la “única alternativa al PP“, que a este partido le pase factura “el paro, la desigualdad y la corrupción” y que a Ciudadanosle pesen los fallos que, a juicio de los socialistas, está cometiendo. La dirección del PSOE dice no creerse las encuestas y, aunque ninguna les sitúa como primera fuerza, insiste en que sus datos demuestran lo contrario. Por eso, tratarán de continuar haciendo caso omiso a los sondeos y confiando en que la campaña dePedro Sánchez, “sin errores”, acabe en La Moncloa. Para ello, dan un papel decisivo al debate de este lunes con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que creen que Sánchez ganará sin dificultades. Y confían en que la última semana será una batalla a dos y que la estructura del partido, de la que creen que carecen los nuevos partidos, dé ese empujón final y convenza a ese 41% de indecisos, que, según el CIS no tienen clara su papeleta. La clave, dicen los socialistas, es que la gran mayoría duda entre el PSOE y otra opción que confían que acaben desechando. Con esos mimbres, Pedro Sánchez comenzó insistiendo en que este Gobierno de Mariano Rajoy“manipula” hasta los sondeos y lanzando ya desde el mitin de arranque la apelación al voto útil: no dividir a la izquierda, porque, de lo contrario, seguirá Rajoy en La Moncloa, lo que se ha convertido ya en un mantra en sus mítines. Ciudadanos Ciudadanos y su presidente y candidato a La Moncloa, Albert Rivera, están tratando de mantener durante la campaña electoral un mensaje en positivo y de “juego limpio” mientras intentan esquivar los golpes de otros partidos, especialmente los del PP y del PSOE, y pide a los españoles que voten masivamente el 20 de diciembre, ocultando cuál será su política de pactos el día después de los comicios. Una vez superado el ecuador de la campaña electoral, el candidato de Ciudadanos va a concentrar sus esfuerzos en movilizar al electorado. Considera que para lograr la victoria necesita una participación masiva en estos comicios, así que su empeño está en convencer a los abstencionistas y a los jóvenes que votan por primera vez. Insiste en que C’s es un partido con “las manos limpias y libres”, contraponiendo esto a lo que representan el PP y el PSOE, y repite que está compuesto por personas en su mayoría novatas en política pero que proceden de la sociedad civil y cuentan con experiencia profesional. Responde así a las advertencias del PP de que la formación naranja nunca ha gobernado, indicando con ironía que es cierto, que no tienen experiencia en “construir aeropuertos sin aviones, saquear cajas de ahorro o dejar un país arruinado”.Ante quienes desde la izquierda sitúan a Ciudadanos en la derecha y desde la derecha lo ubican en la izquierda, una constante que se ha mantenido durante la campaña electoral, Rivera suele decir que él no entra en el juego de “los rojos y los azules” y que su formación política es de centro. Frente a eso, presenta a su partido como el único capaz de sentarse a hablar con quienes piensan distinto y asegura que si gobierna lo hará “para todos los españoles, no para la mayoría”, como dice elPSOE. Además, incide en que el de C’s es un proyecto de cambio “viable y sensato” para hacer reformas profundas en España sin renunciar a la estabilidad y la responsabilidad. Podemos Podemos llega al ecuador de la campaña electoral de las generales del 20 de diciembre en uno de sus momentos más dulces, después de unos meses duros por su continua bajada en las encuestas y su mal resultado en las catalanas de septiembre. El contacto con los simpatizantes en los mítines, los debates electorales y el tímido repunte en las encuestas han contribuido a que el partido de Pablo Iglesias afronte la segunda semana de campaña convencido de que está “remontando” y decidido a arrebatar al PSOE una parte del electorado “socialista de corazón”. “Se huele, se siente, se nota la remontada”, es una de las frases más repetidas por el candidato a la Moncloa de la formación morada en los mítines que esta primera semana le han llevado a recorrer España de punta a punta, desde Zamora, donde pegó el primer cartel –en compañía de su padre–, hasta este domingo en Madrid, pasando por Cádiz, Málaga, Barcelona, Baleares, Canarias, Alicante y Zaragoza. Además del contacto directo con los simpatizantes –contexto en el que Podemos, ‘hijo’ del 15M, se siente especialmente cómodo–, la participación de Iglesias en el debate a cuatro del pasado lunes supuso una inyección de optimismo para Podemos ya que, según la mayoría de las encuestas y los análisis posteriores, su líder fue uno de los que mejor parado salió del ‘rifirrafe’, frente a sus dos competidores directos: El candidato del PSOE, Pedro Sánchez, y el de Ciudadanos, Albert Rivera. Esta situación ha sido utilizada por Podemos para volverse a reivindicar, ante los “votantes socialistas de corazón”, como el verdadero “voto útil” para combatir la corrupción y los recortes y para no traicionar sus principios. De hecho, el partido llegó a sugerir en un vídeo electoral que el fundador delPSOE, Pablo Iglesias, votaría hoy al partido morado.Podemos ha tratado también esta semana de sacar pecho como adalid de la lucha contra la corrupción, frente a los “viejos partidos” con numerosos casos de corrupción a sus espaldas. “Pero el problema no es que sean corruptos, es que lo han hecho mal, es que han sido terriblemente ineficaces”, añadía no obstante Iglesias en un abarrotado Palma Arena, símbolo de la corrupción en Baleares, donde ofreció uno de sus mítines más multitudinarios esta semana.
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