Pablo Casado

El día menos indicado para quien abandera la libertad y la Democracia, en el momento menos indicado. Pablo Casado, líder del Partido Popular, vuelve a copar los titulares en la que supone una nueva crisis de reputación para el dirigente. Y es que el 20 de noviembre está marcado en el calendario del ala más extrema de la derecha como un día de conmemoración. ¿El motivo? Es la fecha en la que murió el dictador Francisco Franco.

En este contexto cabe subrayar que tal día había convocadas once misas en España “en sufragio por el alma” del dictador y por “todos los Caídos por Dios y por España”. Sí, señores, señoras, el 11 de noviembre del año 2021, en España, se sucedían diversos actos beneméritos por el caudillo. La polémica estaba servida de por sí, sin embargo, el mandatario popular, Pablo Casado, echó leña al fuego asistiendo –sabiéndolo o no, cada uno que crea lo que guste- a uno de ellos.

La noticia salió a la luz a través de las redes sociales, concretamente por medio de una fotografía de un joven que presumía de haber estado con Casado en una de las misas de la discordia. En este sentido, al equipo de prensa del Partido Popular le tocaba tragar saliva y proceder. Y es que entiendan –lo dice una periodista a las teclas- que es un ‘marrón’. Pero ya saben, a menudo las desgracias vienen todas juntas, y qué le van a contar a Casado con las semanas que lleva…

 

La Fundación Franco no invitó a Casado a la misa por el 20-N, pero “agradece” su asistencia

 

El PP excusa a Casado

Desde el Partido Popular confirmaron a Newtral la presencia de su líder en la eucaristía, si bien explicaron que no estaba al tanto de la motivación. Apostillaron, además, que acudió a esa iglesia porque no podía ir el domingo al participar en el Congreso del PP andaluz y “porque quedaba cerca de su hotel y desconocía por quién se rezaba”. Otras fuentes populares añadieron a la Cadena SER que “fue a misa con su familia cuando el oficio ya había empezado. Estuvieron en la iglesia un tiempo y luego se marcharon. Todo sin tener conocimiento de ninguna otra circunstancia”. Algo que sorprende enormemente teniendo en cuenta los detalles que rodeaban el acto.

 

Así fue la misa: lean y juzguen

En primer lugar, destacar que la misa en la catedral figuraba entre los oficios en memoria del dictador que fueron difundidos por la Fundación Francisco Franco en su página web. No obstante, cierto es que la Fundación ha emitido un comunicado en el que señala que no invitó expresamente a Casado, pero que agradece tanto a él como a su familia y resto de asistentes que acudieron “a la misa y a la oración por el alma de un cristiano ejemplar como Francisco Franco Bahamonde”.

Tras un fin de semana marcado por el revuelo ante la noticia, los detalles no han dejado de sucederse. ElDiario.es publicaba que en la puerta de la iglesia había jóvenes con banderas franquistas. La misma bandera que se extendía en el frontal de uno de los primeros bancos de la catedral. Presidiendo el altar, tal y como se puede observar en las fotografías publicadas por el citado medio, una corona de laurel de la Fundación Francisco Franco.

Asistentes a la misa en honor a Franco celebrada en Granada a la que asistió Pablo Casado.
Asistentes a la misa en honor a Franco celebrada en Granada a la que asistió Pablo Casado. Foto: lavozdelsur.es

 

La misa, según este artículo, empezó sobre las 19:30 horas del sábado y se desarrolló de la misma forma en la que se ha celebrado en las últimas décadas. En Granada, cada 20 de noviembre, se produce una misa que recuerda tanto a Franco como a Primo de Rivera. Se trata de una ceremonia en la que al final se los menciona por sus nombres de pila, “Francisco” y “José Antonio”.

 

La clase política demanda explicaciones

El portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, ha señalado en declaraciones a los periodistas que Pablo Casado debe dar explicaciones. “Echamos de menos la opinión de Pablo Casado sobre este tema”, ha dicho. Gómez ha recalcado que “estamos hablando de un dictador, de un régimen” que marcó a la sociedad española durante décadas y que “si el líder del PP avala esta dictadura”, es “imprescindible” que lo aclare.

Otros portavoces también han criticado al presidente del PP por no marcharse de la iglesia una vez que supo que se iba a honrar al dictador, algo que ven “de enorme gravedad”. Todos han coincidido en recordar que, si esto hubiera pasado en otro país, por ejemplo, que Angela Merkel, accidentalmente, fuera a un oficio donde se rindieran honores a Hitler, al día siguiente habría aclarado que fue una equivocación y que su intención no era apoyar a un dictador. Eso es lo que ha dicho, entre otros, el portavoz de Más País, Íñigo Errejón, al apuntar que posiblemente Casado se equivocó, pero si ha sido así tiene que dejar claro que el jefe de la oposición “no homenajea a dictadores y que está inequívocamente con la democracia y con quienes lucharon para traerla”.

El diputado de Compromís, Joan Baldoví, en la misma línea, ha mostrado su extrañeza por esta casualidad: “No sé si las casualidades existen, pero Casado tiene poca credibilidad” y ha dudado que los líderes de partidos conservadores de otros países acudan a misas por Hitler o Mussolini. Para Baldoví, “estas cosas no hacen bien a la democracia ni a Casado”. Y en esto último, el dirigente no se ha equivocado.

 

¿Nueva crisis de reputación?

Claro está que el incidente ha provocado una crisis reputacional del mandatario popular; sin embargo, si la hubiera sabido atajar, lo que a priori era un problema, podría haberse convertido en una oportunidad. Una oportunidad de alejarse del hooliganismo que impregna los extremos, de reivindicar su cantinela en aras de la Democracia, de salir airoso. Algo que, evidentemente, no ha sabido hacer.

Quienes nos dedicamos al mundo de la comunicación, especialmente aquellos cuyo ejercicio se basa en el ámbito político, sabemos de primera mano que las primeras 24 horas de una crisis son cruciales. Actuar y comunicar en tiempo. Quedarse agazapado en las trincheras es algo que ha costado más de un puesto, más de un voto, más de una elección. Que este hecho no le cause mayores estragos es, quizás, la plegaria de Casado desde que la información saliera a la luz. Si no lo manifiesta, nunca lo sabremos. Secreto de confesión.

 

Irene Iglesias Álvarez

 

 

 

 

 

 

 

 

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