Por: Juan Javier Calderón

Corresponsal en Valledupar (Colombia)

En tiempos del COVID-19, el Banco de la República (el mayor organismo de las reservas internacionales colombianas) encargado de emitir la moneda local (peso) y controlar los movimientos monetarios del país cafetero, ha vendido el 67% de las reservas de oro de Colombia (unos 475 millones de dólares americanos).

Cabe señalar que la mayoría de las consultoras internacionales, entre la que destaca la norteamericana Goldman Sachs, ven en sus proyecciones un alza muy significativa en el precio del oro para lo que resta del año (y que podría llegar a alcanzar los 2.300 dólares por onza en los próximos 12 meses), debido a la incertidumbre económica generada por la pandemia y la masiva impresión de dinero en efectivo por parte de los Bancos Centrales de los diferentes países generando como consecuencia inflación en un futuro.

Como consecuencia de esta operación, el coste de oportunidad de Colombia asciende a más de 120 millones de dólares, al haberse producido la venta antes de que el metal alcanzara su valor máximo en el mercado de valores el pasado mes de junio.

Por su parte, el líder de “Colombia Humana”, excandidato presidencial y ahora senador de la República, Gustavo Petro, semanas atrás le había pedido al Ministro de Hacienda, durante un debate en el senado, la compra de oro por parte del Banco de la República para aumentar las reservas del país en este metal. Líderes del Partido Liberal y otras instituciones se sumaron a la petición de compra de oro pero no consiguieron su cometido.

Dentro del contexto latinoamericano Colombia ocupa un puesto muy bajo en reservas en oro (% sobre el total de las reservas internacionales del país) solo un 0,4% del total, mientras que las de otros países como por ejemplo Bolivia cuenta con 42% del total, las de Argentina equivalen al 9%, las de México al 4% y las de Perú al 3%. Sin olvidarnos de Venezuela, que con 68% es el país latinoamericano que cuenta con más reservas en oro y que según los expertos puede ser la solución del país en el futuro para mejorar su economía.

¿Fue una buena jugada por parte del Banco de la República? Solo el tiempo lo dirá, pero con los manuales teóricos en la mano, en tiempos de crisis globales y con la economía debilitada, la obtención de un valor refugio como el oro siempre es un acierto. Por el momento, el precio del oro se ha incrementado solo en el transcurso del año un 27% con máximos históricos de 2000 dólares por onza, dejando en evidencia la decisión tomada por Colombia frente a la opinión pública.

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