Por: Miguel Cubillo Muñoz

Durante los últimos días el Tribunal de Cuentas y el Banco de España han hecho ciertas declaraciones sobre el sistema público de pensiones español.

Informe del Tribunal de Cuentas: https://www.tcu.es/repositorio/de2266…

Informe del Banco de España: https://www.bde.es/f/webbde/SES/Secci…

Por un lado, el Tribunal de Cuentas ha certificado la insostenibilidad financiera de la Seguridad Social. Y por otro lado, el Banco de España ha detectado que la mayor causa de dicha insostenibilidad financiera se halla en que las pensiones  públicas son demasiado elevadas en relación con lo que se cotiza durante la vida laboral.

La Seguridad Social tiene un enorme déficit público que va a seguir creciendo durante los próximos años debido al gran incremento de gastos que se está llevando a cabo en relación al crecimiento más lento de ingresos en los últimos años.  Según el informe del Tribunal de Cuentas:

  • En 2011 los gastos rondaban en torno a los 96.792 M. € y, en 2018 aumentaron hasta los 125.537 M. €; un incremento de 28.000 M. € (casi la misma cuantía que pagamos anualmente en concepto de intereses de la deuda pública).
  • Los ingresos, por su parte, durante 2011 fueron de 95.163 M. € y aumentaron en 2018 hasta los 102.847 M. €, es decir, un incremento de unos 7.500 M. €

Con esos datos podemos observar cómo el “agujero” de la Seguridad Social, se ha expandido durante los últimos años a más de 20.000 M. €

Según el mismo informe, en 2011 había un 1,6% de las pensiones que no estaban cubiertas por las cotizaciones sociales. En 2018, esa cifra porcentual ascendió hasta el 18%.

El Tribunal de Cuentas, en su informe, también explica el porqué de este incremento del gasto, alegando que durante el periodo 2011-2018, el número de pensionistas ha aumentado en 800.000 (un incremento del 9%) y que el gasto medio anual por pensionista ha pasado de 12.000€ a 14.250€ (un incremento del 18%). Aproximadamente 2/3 de lo que ha aumentado el gasto en pensiones desde 2011 se debe al aumento del gasto medio por pensionista. Esto se debe a que las altas como pensionista perciben unos mayores ingresos que aquellas personas que fallecen y causan baja como pensionista.

Respecto a los ingresos: entre 2011-2018 se incorporan a la Seguridad Social como afiliados 1,7 M. de trabajadores, un dato muy positivo ya que duplica el número de nuevos pensionistas durante ese periodo. Sin embargo, la cotización social media ha disminuido desde 2011 hasta 2018 de unos 5.500€ a 5.400€. Esto se debe a que en 2011 durante la Gran Recesión, muchos trabajadores con empleos poco cualificados fueron despedidos y no aportaban a la S.S., mientras que en 2018 recuperaron sus empleos y comenzaron a cotizar de nuevo.

El ratio Gasto medio-Ingreso medio, ha pasado de 2,18 puntos en 2011 a 2,62 puntos en 2018. Esto supone que en 2018, cada pensionista recibe 2,62 más que la cotización de un trabajador. O dicho de otra forma, hacen falta 2,62 afiliados a la S.S. para cubrir los gastos de un pensionista. Y, a finales de 2018, había 18,9 M. de trabajadores afiliados a la seguridad social y hay 8,8 M. de pensionistas. Esto supone un ratio de 2,15, lo que dista mucho del 2,62 mínimo que se necesitaría para cubrir los gastos.

Si a estos datos le añadimos los datos demográficos, podemos observar cómo en los próximos años la situación va a empeorar. Juan Ramón Rallo ha pronosticado en varias ocasiones que en el año 2050 la relación trabajador-pensionista será de 1:1 en lugar de 2,15:1 como es actualmente. Si hoy en día tuviéramos ese ratio, el déficit de la S.S. pasaría de los 20.000 M. € a los 75.000 M. €.

Para poder revocar esa predicción, habría que acelerar la tasa de natalidad justo ahora y no a más tardar, para que en 2050 formen parte del régimen de trabajadores afiliados a la S.S.; la otra opción para solventar esa situación, sería una llegada de unos 10 millones de inmigrantes, lo que es poco probable y, suponiendo que vinieran, es menos probable aún que todos tuvieran una formación cualificada para aumentar la cotización media actual. Además, sería un problema para el futuro ya que cuando esos inmigrantes ser jubilaran, se necesitarían muchos  más inmigrantes para solventar dicho problema, y así la rueda no dejaría de girar nunca.

Una vez asumido que es muy complicado alterar de forma tan notoria el ratio trabajador-pensionista mediante la natalidad o la inmigración, sólo queda una opción para estabilizar el agujero de la S.S. formado, en gran parte, por las pensiones públicas: alterar el ratio entre gasto medio por pensionista e ingreso medio por trabajador. Para ello, habría que reducir el gasto medio por pensionista (recortar las pensiones) o aumentar el ingreso medio por trabajador (subir los impuestos. Subir los salarios no es una opción pues aumentar por decreto ley una renta de forma sostenida mientras no se aumente la producción únicamente daría lugar a una inflación desmesurada).

Llegados a este punto, habría que decidir entre recortar a los pensionistas actuales y futuros o recortar a los trabajadores en activo. El informe del Banco de España que he citado al principio de este artículo, recalca que es más “justo” que el recorte se haga a los pensionistas actuales ya que reciben una pensión que es un 74% superior a lo que han cotizado a lo largo de su vida laboral.

Para defender su conclusión, el Banco de España argumenta que el tipo de rentabilidad anual que debería haber tenido un jubilado actual es del 3,5% para llegar a ese 74% de más que cobra un jubilado en función de lo cotizado.

El sistema de pensiones público obliga a los pensionistas a comprar títulos de deuda pública, lo que los convierte en acreedores del Estado. Si la deuda pública actual está emitiendo el interés del bono a 10 años a un 0,32%, no tiene sentido que los pensionistas cobren una rentabilidad 10 veces superior al resto de acreedores del sistema público, lo que supone que sea totalmente insostenible.

En conclusión, los datos van en contra de las generaciones futuras. Las pensiones futuras serán demasiado bajas, por lo que la única forma de que sean sostenibles será mediante un sistema de pensiones mixto.

Señoras, señores, comenzad a ahorrar.

Por Asesmap