Este 11 de julio se ha producido en Cuba uno de los mayores estallidos sociales y protestas desde que comenzara la dictadura de los Castro en la isla caribeña, allá por los años 50 tras la caída del dictador Batista como resultado de la Revolución Cubana que duró desde 1953 hasta 1959.

El régimen comunista que allí se impuso se ha mantenido en el poder hasta hoy en día, no sin dificultades, principalmente procedentes de los bloqueos comerciales de países como Estados Unidos.

La represión y la escasez han sido dos de las principales causas por las cuales los ciudadanos han salido de nuevo a las calles de Cuba para protestar contra el Gobierno, actualmente presidido por Miguel Díaz-Canel, quien se mantiene en el cargo desde abril de 2018, cuando sustituyó a Raúl Castro, hermano de Fidel Castro, quien fuera el principal líder de la Revolución Cubana y quien falleciera en 2016.

A estas causas, las cuales vienen siendo habituales en las protestas antigubernamentales en Cuba, se debe sumar la pandemia del Covid-19. Si bien es cierto que durante los primeros meses el país centroamericano tuvo unos buenos datos, en las últimas semanas los nuevos casos y las muertes se están disparando, ante la aparente ineficacia e inacción del gobierno y las autoridades sanitarias por revertir esta situación. Actualmente se están denunciando hechos como una gran escasez de medicamentos y comida, el colapso de los hospitales o la no aceptación de ayuda humanitaria internacional por parte del gobierno, quien no parece aceptar sus errores.

Muchos medios de comunicación, como ha sucedido esta mañana del 13 de julio con el diario ABC, han denunciado también la censura y las detenciones a periodistas que se encontraban en Cuba. Otro de los aspectos que se están denunciando es el corte por parte de las autoridades del internet en la isla, con el fin de que no se puedan utilizar las redes sociales, ya que es el medio a través del cual se está reportando gran parte de lo sucedido entre los manifestantes y las autoridades militares y policiales.

El gobierno comunista sin embargo echa balones fuera y culpa de lo que está ocurriendo a Estados Unidos (que ha apoyado al pueblo cubano), así como a los manifestantes violentos, negando por completo la represión hacia los ciudadanos. EL presidente Díaz-Canel ha llamado a defender la Revolución y a no dejarse manipular.

Mientras tanto, las protestas siguen muy activas tanto en La Habana como por el resto del país, en lo que puede desembocar en un gran cambio político en Cuba, una de las pocas dictaduras comunistas existentes en el mundo, si estas se mantienen y logran los apoyos tanto nacionales como internacionales suficientes.

 

 

Carlos Ruiz Barro

 

 

 

 

Por Asesmap