Indulto: ¿a favor o en contra?

“Lo que se venía comentando en los pasillos del Congreso de los Diputados y en La Moncloa, lo ha confirmado ya esta mañana la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo. Los indultos a los presos del ‘procés’ condenados por malversación y sedición llegarán al Consejo de Ministros el próximo martes 22 o el siguiente, el 29.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo tiene decidido y cuenta con el apoyo de su gabinete. Es cuestión de días que se materialicen. Fuentes parlamentarias han explicado este martes que Sánchez explicará el asunto en el Congreso la primera semana de julio, aprovechando sus comparecencias por los Consejos Europeos”. (Gregorio, 2021)

Pasan los años y el conflicto catalán sigue marcando la agenda política española. Referéndums, declaraciones de independencia, juicios, sentencias… y ahora indultos. Es el tema del que todo el mundo habla. Unos se manifiestan en su contra, otros parece que lo van a aplicar y a los últimos se les quedan cortos.

El gobierno, mediante la vicepresidente Carmen Calvo y después de tantas dudas, finalmente ha anunciado, que en las próximas semanas se presentarán los indultos para que sean “perdonados” y liberados de prisión los líderes independentistas. Estos podrían llegar, según las declaraciones de estos últimos días, en las próximas semanas.

¿Siguen teniendo sentido los indultos?

Son una medida excepcional regulada en la Ley de 18 de junio de 1870 mediante la cual el gobierno tiene la capacidad de conceder el perdón a los criminales o condenados que considere, por los motivos que crea oportuno. También se pueden conmutar las penas por otras más leves. Se lleva a cabo mediante un real decreto previamente aprobado por el consejo de ministros a proposición del Ministerio de Justicia y a petición de los propios condenados. A continuación, el rey deberá firmarlo, tal y como se estipula en el artículo 62 de la Constitución Española.

Pero esta ley data de hace 150 años, por lo que es lógico preguntarse si todavía tienen sentido hoy en día. SI bien es cierto que todos los gobiernos los han aplicado durante sus mandatos, nuca antes habían causado tanta polémica como ahora. Es una medida que se siente como arbitraria y desactualizada en una democracia del S.XXI, basada en la separación de poderes y en el respeto a las decisiones judiciales.

¿Cuál es la postura de cada parte?

En esta ocasión, el gobierno del PSOE y Unidas Podemos, quiere aprobar el indulto a los líderes independentistas condenados por sedición y malversación, con el objetivo de destensar la situación política en Cataluña y hacer que el procés tome un carácter más político que judicial. Además, es una de las exigencias por parte de los partidos independentistas para seguir dando apoyo al gobierno en las materias que necesite.

Por su parte la oposición, representada por PP, Vox y Ciudadanos, se opone frontalmente a estos indultos. Argumentan que estas personas han sido condenadas por unos delitos y tienen que cumplir íntegramente sus penas. Sus líderes y simpatizantes han acudido a movilizaciones en contra de estos indultos, como la que tuvo lugar en la madrileña Plaza de Colón el pasado 13 de junio.

Por parte de los independentistas, sí han mostrado su aceptación de estos indultos, pero desde algunas áreas más partidarias de la unilateralidad no aceptan esta medida de gracia. El motivo principal es que, con la aplicación de los indultos, legalmente se sigue considerando como culpables a los perdonados. No es así con otras medidas como la amnistía, que supone el perdón de los delitos y la exención de sus responsabilidades, que es la preferida por el independentismo, pero que a la que el gobierno no llegará por el momento.

El gobierno, años después de las declaraciones de líderes como Sánchez en contra de este tipo de medidas, ahora sí quiere aplicarlas. Nos podemos preguntar como puede querer llevarlo a cabo teniendo a gran parte de la opinión pública en contra (según El Mundo el 61% de los españoles estarían en contra). La respuesta podría estar en las exigencias de Esquerra y demás partidos independentistas para seguir dando apoyo parlamentario al gobierno para la aprobación de ciertas leyes.

Es por ello que ahora el gobierno tiene prisa y quiere que esto se produzca lo antes posible, con el fin de minimizar el previsible impacto negativo de esta medida en términos electorales. El indulto es una medida arriesgada en cuanto a imagen y marketing político se refiere, pero el PSOE y sus departamentos estratégicos parecen por el momento decididos a ello. Veremos en el futuro como sienta esto en el electorado español.