Cierto es que la salud financiera de España se ha visto resentida; sin embargo, ¿es este su último aliento antes de una llamada de auxilio a emergencias? Para Pablo Casado, líder del Partido Popular, la respuesta es sí. Además, uno rotundo. Casado anuncia públicamente que España está “en ‘default’”, término inglés referido a una situación de quiebra. E incide, “absolutamente”. El mandatario popular, en una entrevista concedida al diario ‘El Mundo’, cuestiona la gestión del Gobierno del socialista Pedro Sánchez de los fondos europeos por la pandemia. Esto ha sido, para Casado, lo que ha llevado al país a estar “quebrado”.
“Aviso: como nos dejen de comprar deuda o nos suban tipos, hemos quebrado. No es catastrofismo, es realismo y es responsabilidad“, insiste Casado. El presidente del PP califica como “fraude masivo” los Presupuestos Generales del Estado. “Los fondos tienen que venir para crear progreso en España, no para comprar votos”. “Estamos abocados al rescate por culpa de este Gobierno. Por tercera vez en la historia nos vamos a encontrar un país en ‘default’ por culpa de un Gobierno que no ha aprovechado el mayor caudal de solidaridad europea de la historia”. Sin embargo, ¿cuáles son los fundamentos de las palabras de Casado? ¿cuál es la situación española actual en materia financiera?
La economía española es la más rezagada en la recuperación de la pandemia
La rebaja de la cifra de crecimiento del PIB que ha elaborado el Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúa España a la cola de los países europeos en la recuperación de la pandemia. Ya era la economía más rezagada de la Unión por la pandemia. Y después de la revisión del instituto estadístico, todavía se queda más atrás. Todo ello a pesar de que el rebote posterior ha sido lógicamente más fuerte conforme se desconfinaba la actividad. Ahora llegará una oleada de revisiones a la baja que dejarán la previsión de crecimiento para este año en el entorno del 5% frente al 6% que manejaban instituciones y analistas antes de la corrección del INE. La recuperación española se retrasa. El gráfico de cómo han evolucionado los distintos países es desolador.
España, en cifras
La economía española llegó a perder un 22% de actividad y se sitúa ahora a 8,4 puntos porcentuales del nivel pre-pandemia. Todavía a un abismo. En cambio, Alemania y Francia están a casi tres puntos de restablecer la economía previa al coronavirus. Italia, a cuatro. Y Portugal, a cinco. Mientras que el PIB de la zona euro cayó un 0,3% en el primer trimestre y subió un 2,2% en el segundo, en España se desplomó un 0,6% en el primero y solo remontó un 1,1% en el segundo. Es decir, en el primer trimestre la economía española cayó el doble y en el segundo creció la mitad. No obstante, los datos de la zona euro también tendrán que ser revisados.
Tras haber sufrido la peor caída de la zona euro en 2020, con un hundimiento del 10,8%, la recuperación de la economía española no está siendo mejor que la del resto de la zona euro. Debería serlo simplemente por el rebote de la reapertura. También cabe la posibilidad de que los datos del INE todavía no estén reflejando una relajación de las restricciones que debería traducirse en más crecimiento, algo que sí se ha estado observando en el empleo. Además, el importante avance de la vacunación debería espolear más la recuperación. Sea como fuere, la economía española se ha perfilado como la última de la clase.
Reanimación
No obstante, las previsiones de mejora están en el horizonte. La Real Academia de la lengua define la acepción ‘quiebra’ en su sentido jurídico como “aquel juicio por el que se incapacita patrimonialmente a alguien por su situación de insolvencia y se procede a ejecutar todos sus bienes en favor de la totalidad de sus acreedores”. Por el momento, no está claro que los acreedores puedan ejecutar a España como ha sugerido Casado. Además, el Banco de España acaba de “demostrar” que la nación no se encamina hacia la quiebra al estimar que la riqueza financiera de los hogares, al igual que la inmobiliaria, continúa creciendo. Por el momento, los mercados siguen confiando en la economía española cuya prima de riesgo está en 63 puntos, lejos de los 521 en los que se encontraba cuando se anunció el rescate bancario. Además, el PIB crecerá este mismo año, algo que no sucedió en la crisis de 2008. La coyuntura, está claro, es diferente.
Así, decir públicamente que estamos en ‘default’ sin analizar todos los términos que nos ocupan, son palabras mayores que responden a un sesgo populista con la intención de acaparar votos. Aunque por el momento debemos tener precaución para no desbordar la balanza de gasto del país. Mientras, engorden sus cuentas de ahorros, quizás las vacas flacas estén todavía por venir y lo de Casado sea todo un presagio.
Irene Iglesias Álvarez
