A la espera de algunas confirmaciones oficiales, las tendencias reflejadas en las encuestas en las últimas semanas parecen confirmarse. Morena retrocede en el congreso y pierde su mayoría absoluta, aunque previsiblemente podrá pactar con sus socios. La oposición logra que la coalición liderada por Morena no llegue a los escaños necesarios para realizar cambios constitucionales. En los estados federales la victoria sí es clara para los de López Obrador, que aumentan su poder.

Se han celebrado las elecciones legislativas y de 15 gubernaturas en México (además de otras entidades locales). El actual liderato de Morena, el partido izquierdista del presidente AMLO, parece claro. Pero otra serie de importantes cuestiones estaban en juego:

En primer lugar, si Morena mantiene la mayoría absoluta (256 diputados de 500 totales) de la que disponía en la cámara legislativa mexicana; Tal y como apuntaban las encuestas, esto no se ha cumplido, y Morena se hará con alrededor de 200 diputados federales. Por lo tanto, necesitará a sus socios del Partido de los Trabajadores y del Partido Verde Ecologista de México, con aproximadamente 40 diputados cada uno, para seguir con esta mayoría.

También estaba en juego la voluntad de esta coalición de izquierdas de conseguir la mayoría absoluta cualificada de 333 diputados que le permitiese llevar a cabo reformas constitucionales, pero tampoco lo conseguirán.

 

Los partidos tradicionales, PRI y PAN han obtenido mejores resultados de los esperados, empezando a recuperar el terreno perdido con la aparición de Morena. Los conservadores del PAN serán la principal fuerza opositora, con alrededor de 111 diputados.

En definitiva, aunque Morena sigue siendo el partido más votado, ha sufrido un retroceso incluso mayor del que apuntaban la mayoría de los sondeos electorales, saliendo en cierta medida dañado de cara al próximo proceso electoral de 2024 en el que se renovará la presidencia, elección que realmente marca la política mexicana, y la cual tratarán de aprovechar el resto de partidos para recuperar el poder. Veremos si lo hacen en una coalición para maximizar oportunidades o de manera separada.

En cuando a las gubernaturas de los estados, Morena obtiene una clara victoria haciéndose con 10 nuevos estados, lo que supone una victoria en 11 de los 15 que estaban en disputa en este proceso electoral (Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Zacatecas, Colima, Michoacán, Guerrero, Tlaxcala y Campeche). Si sumamos estos a los 5 que ya tenía anteriormente, le dan prácticamente la mitad de todos ellos.

Por su parte PAN únicamente mantiene dos estados en su poder de los que estaban en disputa (Chihuahua y Querétaro), Movimiento Ciudadano se hace con Nuevo León y el PVEM con San Luis Potosí. El PRI no consigue continuar gobernando en ninguno de los 15 estados en disputa, perdiendo así hasta 8 de ellos, en su mayoría arrebatados por Morena.

Otros aspectos a destacar son la victoria del partido centrista Movimiento Ciudadano en la alcaldía de algunas ciudades importantes como Guadalajara, Campeche o Monterrey y el retroceso de Morena en favor del PAN en las alcaldías de Ciudad de México, donde los de AMLO sufren una de sus mayores derrotas.

Podríamos concluir que, pese a que los estados mexicanos se tiñen del rojo de Morena, el congreso se equilibra y Morena sufre un retroceso en las que eran sus aspiraciones en este proceso electoral.

 

Carlos Ruiz Barro.

 

 

Por Asesmap