Ecuador

 

El pasado domingo 11 de abril fue una jornada decisiva en distintos puntos de la geografía latinoamericana, coincidiendo elecciones de segunda vuelta en Ecuador, primera en Perú y el inicio del proceso constituyente en Chile (finalmente aplazado hasta noviembre de este año).

Frente a la realidad mostrada por las encuestas desde hace varios meses (para saber más, ver: https://www.youtube.com/watch?v=cqjYUfI9fk0 ), en la que la mayoría de éstas proyectaban a Andrés Arauz como futuro presidente del Ecuador, la remontada del banquero y político derechista Guillermo Lasso ha sorprendido a todos (52.56% para Lasso frente a un 46.44% para Arauz). A pesar del estrecho margen mantenido por el candidato de la izquierda desde su victoria en los comicios de la primera vuelta, la victoria constante vaticinada por los sondeos parecía apuntar a un mantenimiento del correísmo en el poder.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La atrevida campaña de Lasso, muy activa en redes sociales (con el popular lema “Andrés, no mientas otra vez”, coreado en todo el país) apostando por la reconciliación nacional como centro de campaña, ha conseguido ampliar su base de votantes lo suficiente como para alzarse con la victoria. Entre estos nuevos electorados ganados por Lasso, destacan los jóvenes y la población indígena del país, los que unidos al porcentaje de indecisos han resultado decisivos para su victoria. Además, el apoyo conseguido del izquierdista Xavier Hervás y Virna Cerdeño, binomio del candidato indigenista Yaku Pérez, se ha mostrado fructífero para que el candidato conservador, del Opus Dei, haya transmitido un mensaje que supere ideologías y cale en el pueblo ecuatoriano.

La clave de esta ambigüedad, o complejidad ideológica en la estrategia electoral, se encuentra en la división de la izquierda ecuatoriana en torno al correísmo. El presidente Lenín Moreno, antiguamente apoyado por Rafael Correa desde Bruselas y desde hace tiempo contrario a este y centrado en su persecución, favoreció al candidato Andrés Arauz. No obstante, el de Moreno ha sido un gobierno sumamente impopular, marcado principalmente por la corrupción y la deficiente gestión económica implementando políticas de austeridad. Esto, sumado al complejo recuerdo del mandato de Correa (representado en estos comicios por su “delfín” Arauz) ha debilitado mucho a la izquierda ecuatoriana y la falta de unidad (no olvidemos que en tercer lugar se encontraba el candidato indígena Yaku Pérez) ha ayudado a que la exitosa campaña de Lasso triunfe para la presidencia.

Las felicitaciones y reacciones ante la victoria de Guillermo Lasso no se han hecho esperar en Latinoamérica. Arauz ha asumido la derrota y ha felicitado al candidato de la derecha. Sebastián Piñera, Juan Guaidó o Luis Abinaer han sido algunos de los primeros en felicitarle por Twitter.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Se abre así un nuevo capítulo en la historia de Ecuador, diferenciado de la tendencia mantenida desde hace más de diez años por la izquierda, que ha ostentado su presidencia. La vuelta de Rafael Correa es ahora más improbable, si cabe, y tendremos que esperar para seguir comentando desde ASESMAP un futuro, sin duda, muy interesante y prometedor para el debate politológico.

 


Perú

El domingo 11 de abril se ha celebrado la primera vuelta de las Elecciones Generales de Perú, en las cuales se elige al nuevo presidente de la República. Al ser un sistema de doble vuelta, esta segunda elección se llevará a cabo el próximo día 6 de junio, ya que ninguno de los candidatos ha obtenido el 50% necesario para proclamarse como tal en la primera vuelta.

En cuanto a los resultados, el panorama político preelectoral y las encuestas apuntaban a una gran división y numerosos candidatos con opciones de pasar a la segunda vuelta. Además, la polarización entre candidatos de la derecha y de la izquierda radicales es muy notable.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En cuanto a los candidatos de la derecha, la principal es Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori. Siguiendo la corriente de su padre, representa al conservadurismo, neoliberalismo y anticomunismo en Perú. Pese a los escándalos de corrupción que han rodeado a su familia, ha conseguido obtener el 14,5% de los votos en primera vuelta según los primeros escrutinios y parece que será una de las candidatas que pase a segunda ronda.

El otro candidato derechista es Rafael López Aliaga, que se presenta con su partido Renovación Popular. También de ideología conservadora, con bases social cristianas y económicamente liberal, ha tratado de ser el candidato derechista más alejado de la corrupción. Se ha quedado cerca de Fujimori, con un 12,2% de los votos.

Por otro lado, la izquierda también tenía dos principales candidatos. En primer lugar, el profesor y sindicalista Pedro Castillo se presenta con el partido Perú Libre, un partido de ideología socialista, marxista-leninista, alineado con todas las corrientes del chavismo latinoamericano y mostrándose radicalmente contrario a lo que consideran el imperialismo norteamericano. Según los primeros resultados este candidato se habría hecho con la victoria en la primera ronda con un 18,1% de los votos, con una sorprendente subida en las últimas semanas de la campaña.

La otra candidata izquierdista que se ha quedado fuera de la segunda vuelta (7,9%) es Verónika Mendoza y su coalición Juntos por el Perú, que integra a varios partidos comunistas, socialistas y de la izquierda peruana.

Finalmente, los candidatos más centristas que se presentaban en estas elecciones no han conseguido superar esta polarización, quedándose Hernando de Soto (Avanza País, centrista y liberal) y Yonhy Lascano (Acción Popular, progresista y liberal) con un 10,7% y 9,8% de los votos respectivamente.

En definitiva, la lucha de la segunda vuelta se dará entre dos candidatos de ideologías muy opuestas, que van, según consideran muchos expertos, desde la extrema izquierda a la extrema derecha, representando modelos de país muy enfrentados. Por ello, estas elecciones se presentan como cruciales para el futuro de Perú durante los próximos años.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Alfonso Toribio y Carlos Ruiz.

Por Asesmap